Hoy un conjunto de estudiantes de la Universidad Alberto Hurtado –Camila Muñoz, Catalina León, Brenda Córdoba y Amanda Campos– reflexionan en torno a la enseñanza del español como lengua extranjera: “Todos los componentes de la lengua se relacionan y forman un sistema que es de gran importancia. De este modo, debemos considerar no solo la lengua oficial y de manual: tal como Amparo Tusón (2019) señala ‘Enseñar y aprender una lengua extranjera exige tener en cuenta toda una serie de mecanismos lingüísticos (…) es bueno tener un enfoque pragmático-discursivo al momento de enseñar, y así los alumnos puedan desarrollar competencia comunicativa, la cual implica no solo conocer ‘el código lingüístico’, sino también qué decir a quién, y cómo decirlo de manera apropiada en cualquier situación dada’ (p. 160). Comprendiendo esto haremos uso de los manuales pero siempre considerando las normas de la realidad sociolingüística y propiciando lo que más podamos el conocimiento sobre el funcionamiento de la lengua”.
Nadie dijo que sería fácil enseñar una lengua extranjera. En especial el español, donde nos podemos encontrar con varios elementos implicados que deben ser considerados para realizar una labor tan importante, como otorgar a los/as aprendices las destrezas de comunicación necesarias para que se puedan desenvolver en otra lengua, considerando siempre su uso en un contexto real. Sin embargo, no por ello este proceso debe convertirse en algo tedioso y aburrido. Consideramos que la enseñanza del español como lengua extranjera no solo consiste en la materia revisada durante la clase, sino que va mucho más allá, y exige de nuestra cooperación mutua entre profesores/as y estudiantes. Hoy nos gustaría mencionar algunos de los criterios principales para la realización de esta tarea.
En primer lugar, es necesario indagar en la “conciencia previa” de los y las estudiantes, es decir, contextualizar los motivos por los cuales estos se encuentran en el camino de adquirir una segunda lengua, ya que en sus propósitos influyen, por ejemplo, su profesión, su trabajo y sus motivaciones, a los que debemos adecuarnos para poder cubrir sus necesidades y proteger la actitud lingüística que podrían proyectar y recibir de su entorno. Al mismo tiempo, es importante que como profesores/as mantengamos una posición humilde que nos permita entender aquellas necesidades y motivar a los estudiantes, quienes muchas veces pueden encontrarse afectados por creencias que subestiman su capacidad de aprendizaje, como barreras psicológicas que debemos intentar derribar para así transmitirles confianza y dejar claro que, ni cognitiva ni biológicamente hablando, están impedidos de adquirir una segunda lengua. El respeto por otras culturas y una actitud motivadora y abierta a la realidad son el punto de partida para enseñar español como lengua extranjera.
En segundo lugar, es importante preguntarnos qué enseñamos. Como profesores/as de español como lengua extranjera debemos ser conscientes de la compleja realidad de la lengua y de los usos e identidades del español, es decir, incorporar una base estructural de la lengua junto a una base sociolingüística referente a la adecuación de los usos a ciertos contextos específicos. A lo largo del curso que nos prepara como docentes entendimos que debemos enseñar desde nuestra propia variante del español, dejando en claro la intrínseca característica de la lengua de reactualizarse en otras variedades, ninguna superior a la otra. De esta forma, lograremos adquirir una posición productiva para manejar la situación, aceptando las diferencias lingüísticas y matices con los que nos podemos topar en el camino, pero sabiendo que en el fondo tenemos disponible un tronco principal de contenidos generales para enseñar.
En tercer lugar, es imprescindible pensar en cómo enseñamos. La perspectiva de enseñanza que se adquiere en relación a los componentes de la lengua, debe ser aplicada con metodologías que puedan ayudar a productivizar las clases con material didáctico y actividades que mantengan la motivación del curso activa, y que se hagan cargo del importante esfuerzo cognitivo y físico que significa aprender otra lengua. Además, los contenidos y materiales para las clases deben propiciar la comprensión y aplicación de pilares básicos, como lo son la gramática (incluyendo el trabajo en todos sus niveles de análisis, es decir, la morfología, la fonética, la fonología y la sintaxis), las actividades motivacionales y las correcciones productivas. Todo esto, en función de buscar un nivel de comprensión que permita a los/as estudiantes/as avanzar hacia la expresión y posterior producción en español. Consideramos que entre las fuentes más completas e importantes para trabajar estos criterios se encuentran:
- La base macrofuncional de las categorías del MCER (Marco Común Europeo de Referencia) para las actividades comunicativas de la lengua, como una forma de guiarse a partir de principios comunes sobre las estrategias lingüísticas y actividades que pueden ayudar en un contexto de enseñanza.
- En complemento con lo encontrado en el MCER, el plan curricular presente en el Centro Virtual Cervantes, como fuente de actividades específicas para trabajar la estructuración gramatical, la pronunciación y el desenvolvimiento del estudiante en contextos sociales particulares, lo cual puede ayudar a enseñar las diferencias entre las formas coloquiales y formales. Además, la página (https://www.profedeele.es/) contiene variadas actividades y recursos que pueden resultar útiles también para encontrar material didáctico entretenido y explicativo.
- En cuanto a la expresión oral y la pronunciación, Agustín Iruela (2007) nos presenta un plan de actividades que proponen un uso y práctica de la lengua, centrado en el conocimiento y en la posterior adquisición del sistema fónico, lo cual permite propiciar el uso a través de una expresión oral precisa y controlada. Esta fuente puede resultar un muy buen complemento, si recordamos que enseñamos como sonamos en la realidad, es decir, en el habla cotidiana que será la que más va a escuchar el estudiante, con elementos como por ejemplo, la tendencia a la resilabificación o la diptongación. Adelantar y explicar a los/as aprendices didácticamente sobre estos aspectos de la gramática oral es muy útil.
Luego de haber reflexionado sobre todo lo anterior, es posible entender que todos los componentes de la lengua se relacionan y forman un sistema que es de gran importancia. De este modo, debemos considerar no solo la lengua oficial y de manual: tal como Amparo Tusón (2019) señala “Enseñar y aprender una lengua extranjera exige tener en cuenta toda una serie de mecanismos lingüísticos (…) es bueno tener un enfoque pragmático-discursivo al momento de enseñar, y así los alumnos puedan desarrollar competencia comunicativa, la cual implica no solo conocer ‘el código lingüístico’, sino también qué decir a quién, y cómo decirlo de manera apropiada en cualquier situación dada” (p. 160). Comprendiendo esto haremos uso de los manuales pero siempre considerando las normas de la realidad sociolingüística y propiciando lo que más podamos el conocimiento sobre el funcionamiento de la lengua.
La enseñanza y adquisición de las destrezas orales, de lectura y lectoescritura en una lengua extranjera significan un proceso que necesita de herramientas y prácticas basadas en principios comunes, pero que al mismo tiempo se puedan adecuar a las necesidades de cada persona y de cada contexto. Y en nuestro rol de docentes debemos saber distinguir las mejores formas de aplicar aquellas adecuaciones para lograr que la experiencia de aprendizaje sea lo más funcional y grata posible, para darnos a entender y propiciar la comprensión del idioma español. Enseñar español como lengua extranjera es la bella labor de abrir las puertas idiomáticas a otra persona y, al mismo tiempo, permitirnos la comunicación con otras culturas, lo cual nunca será en vano.
Bibliografía
Hernández Ruiz, D. Profe de ELE. https://www.profedeele.es/.
Iruela, A., (2007). Principios didácticos para enseñanza de la pronunciación en lenguas extranjeras. Revista de Didáctica ELE, (4),1-16. [fecha de Consulta 3 de Diciembre de 2022]. ISSN: Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=92152374001
Tusón Valls, A. (2014). Aportaciones de la pragmática de la y del análisis del discurso a la enseñanza del español como lengua extranjera. In B. Poch (Ed.), El español entre dos mundos: estudios de ELE en lengua y literatura (pp. 159-178). Frankfurt, Madrid: Vervuert Verlagsgesellschaft. https://doi.org/10.31819/9783954878192-010