Por Megumi Andrade
Nos gustan las notas de lectura, pues trenzan obra, creación y crítica. Hoy publicamos las notas de una experta en literatura e imagen, sobre el libro «Estrategia de salida», de Carlos Soto Román, un intento de dejar la ciudad. Un experimento somático y verbal, que busca resolver, sin solución definitiva, nuestro eterno drama moderno.
0.
Hay varias maneras de abandonar una ciudad. Hay varias maneras de abandonar una ciudad en la cual se ha vivido.
Repentina o gradualmente.
En soledad o en compañía.
Por necesidad o por gusto.
Hay quienes que se van con el deseo de no volver. Otros, con el miedo de no poder volver.
Están los que desaparecen un día sin decir nada. Y también los que avisan que se van, pero no se van nunca, y solo lo hacen cuando ya nadie les cree.
1.
Estrategia de salida gira en torno a una ciudad difícil de dejar.
Para afrontar la eventual separación, el libro – que funciona a la vez como carta y partitura – es una ceremonia de despedida.
Abandonar la ciudad sin remordimientos tiene un costo, y ese costo se paga, literalmente, en peso. “En cinco partes de la ciudad / dejarás cinco partes de tu cuerpo” (10) se indica al inicio.
Estrategia de salida está compuesta por siete poemas numerados cuya secuencia ordenada se interrumpe por otros cinco que aluden a las partes del cuerpo que deberán dejarse atrás.
Lo que se abandona no es, como en un poema gore, una oreja ni una pierna, sino pequeños sustitutos de un cuerpo que no se quiere ir: pelo, uñas, piel, lágrimas y sangre.
“Partir, en cierta forma, siempre implica dividirse” (13). Consciente de esto, el sujeto extrae y almacena, prolijamente, pedacitos de sí para que la división de la partida sea realmente visible. Aparece, entonces, un acto de fe; que esos fragmentos constituyan “una parte proporcional (…) que conserve las propiedades” (13) del todo.
El procedimiento, a continuación, indica que cada elemento ha de ser depositado en un lugar emblemático de la ciudad: “La plaza central y otras cuatro distribuidas por igual desde el centro” (12), son las elegidas. Franklin Square, Washington Square, Logan Circle, Rittenhouse Square, y City Hall.
Se nos completa, entonces, el pentagrama y sus notas, el mapa y el orden del recorrido, la indicación a seguir.
2.
La ciudad de las cinco plazas es Filadelfia.
La ceremonia de partida no es ficticia.
Carlos vivió en Filadelfia entre el 2009 y el 2014.
Estrategia de salida se vincula con la poesía somática, un género que cultivaba un tal CAConrad. Según me cuenta el mismo Carlos, “CA hacia ejercicios somáticos, sometía su cuerpo a determinados estímulos y luego escribía sobre eso”.
Si bien los poemas de esta plaquette son el registro de ese procedimiento, por la manera en que están escritos, la ceremonia se actualiza, una y otra vez, con la lectura; de ahí su sentido performático.
En la sección en la que se describe cada una de las “cinco reliquias” corporales, se hace patente la formación del autor en química-farmacéutica y las relaciones entre su trabajo y el de Vanessa Place, escritora y abogada norteamericana vinculada al conceptual writting. En varios de sus libros, Place se apropia de informes médicos y documentos legales. En el poema “Pelo” de Estrategia de salida leemos: “La toxicología forense ha determinado que ciertas sustancias presentes en el flujo sanguíneo pueden atravesar la piel alcanzando el folículo piloso y permanecer para siempre dentro de su material filiforme” (14).
A diferencia de Vanessa Place y de otros autores relacionados con el conceptual writting, y a contrapelo también de otros libros del mismo Carlos como Chile Project: [Re-classified] (2015) y 11 (2017), en Estrategia de salida el procedimiento de la apropiación de textos o documentos no es tan directa. Además, si bien aparecen descripciones científicas, datos antropológicos y alusiones históricas, el sujeto que articula cada poema está por encima de todo esto. Un sujeto que, por ejemplo, confiesa ignorar parte de la historia de la ciudad. Ante la exigencia de la partida –y la necesidad de describirla– recurre a testimonios, diarios, relaciones personales. “Decido entonces consultar la narrativa propia de los / acontecimientos” (11).
Hay varias maneras de abandonar una ciudad.
Quien abandona Filadelfia lo hace poco a poco, distribuye sus pequeños sustitutos en cinco plazas que tienen, cada una, su campo semántico, sus pretensiones, su altar.
Sea fuente o llama, el fragmento se disuelve en ella y la ceremonia se revela invisible. No hay quien reconozca las partes de ese todo, ni ese todo. No hay manera de esquivar un duelo inevitable, aunque haya una estrategia de salida. La ceremonia se revela invisible, salvo por la partitura –su partitura– que son estos poemas.