Leí por primera vez a Leonardo Sinisgalli (1908-1981) en una de las intraducciones de Augusto de Campos, basada en el último poema que traduje en esta pequeña selección, y luego supe algo más de él gracias al texto crítico que le dedicó, a su muerte, en À margem da margem. Me impresionó, en sus poemas, cierta reticencia no necesariamente hermética ni enteramente refractaria, sino que cercana a la transparencia en su calculada exactitud, cierto tono nostálgico que no se traduce en lamento ni añoranza, la tensión de lo completamente abierto que se expone al tiempo que se retrotrae a regiones recónditas y que, por lo mismo, hace que sobre casi todo comentario o dato biográfico.
I CANI ALLENTANO LA CORSA
I cani allentano la corsa Tra i pali arsi delle viti. Così bassa é Orione Queste sere miti di fine d’anno. Oscilla il Carro d’oro a questa svolta. Tu guardi l’alba della luna rossa Nell’uliveta, la colina è scossa Da un rumore di frantoio. Fresca è la ghiaia: sui passi tuoi La ruota non la spezza. Perduta alle spalle la fanciullezza Si fa più lontana, ombra Cieca nella polvere. |
LOS PERROS RELAJAN EL PASO
Los perros relajan el paso Entre las ramas quemadas de viñas. Tan bajo está Orión Estas tardes afables de fines del año. Oscila el Auriga al tomar la curva. Miras la luna rojiza que se alza En el olivar, remece el cerro. el sonido de una máquina trituradora. Maicillo fresco bajo tus zapatos: Donde la rueda no muele. A tus espaldas se pierde la infancia Se aleja, vuelta sombra Cegada en el polvo. |
UNA PIOGGIA DI CENERE, IL BAGLIORE
Una pioggia di cenere, il bagliore Dei fari sulle piante semprevive Questa sera. Più tenera ti serra La querela di parole perdute A un caro braccio, a un’ombra Che t’avvinca. Al buio Stenti a trovare la traccia D’una strada sepolta, e una pervinca Nel fumo della nebbia, raso Terra una luce pungente Spunta ai bordi del salvagente. |
UNA LLUVIA DE CENIZAS, EL RESPLANDOR
Una lluvia de cenizas, el resplandor De los faros sobre las siemprevivas Esta tarde. Más tierna te estrecha La acusación de palabras perdidas A un brazo amado, a una sombra Que te ciñe. En la oscuridad Te cuesta encontrar la traza De una calle sumergida, y una pervinca En el humo de la niebla, a ras de Tierra una luz punzante Despunta al borde de la boya. |
FORSE È VANO ANCHE QUESTO RICORDO
Forse è vano anche questo ricordo Appena vivo per un fischio Del ragazzo scomparso Dietro le mura del borgo Una mattina di nevischio. Avevi la testa bendata Rosso angelo litigioso, Ti spuntava un’umida rosa Di sangue sotto la garza. Io te persi lungo le rampe Delle mura. Ora non vedo Che la tua ombra sulla neve Azzurra, il lume delle tue gambe. |
TAL VEZ TAMBIÉN ESTE RECUERDO ES EN VANO
Tal vez también este recuerdo es en vano Apenas vivo en un silbido Del muchacho que desapareció Tras las murallas del pueblo Una mañana de escarcha. Tenías vendada la cabeza Ángel rojo pendenciero, Despuntaba una húmeda rosa De sangre bajo la gasa. Yo te perdí por las rampas De los muros. Ahora no veo Sino tu sombra en la nieve Azul, la luz de tus piernas. |
TRE POESIE D’AMORE
1.
Chi ama non riconosce, non ricorda, trova oscuro ogni pensiero, è straniero a ogni evento. Mi sono acorto più tardi di tutti gli anni che l’aria sul colle è già più leggera , l’erba è tiepida di fermenti. Dovevo arrivare così tardi a non sentire più spaventi, pestare aride stoppie, raspare secche murate, coprire la noia come uno specchio col fiato. Sono un uccello prigionero in una gabbia d’oro. La selva variopinta è senza colore per me. L’anima s’è trovata la sua stanza intorno a te.
2.
Ci piace l’aria sfatta la derelitta quiette sulla plaga il volo basso degli ucelli migranti tra cespi d’alghe, lacere spoglie di velieri. Oltre il labile vespero qui sostano gli amanti pellegrini, dove ogni sera una fioca speranza li trascina di là dai ponti a una riva di acquitrini, passeggeri sospinti senza requie sulle arene impassibili.
3. Si fatica per anni a scioglere i nodi, a dare un’immagine favolosa a una ciocca illeggibile di segni perduti. |
TRES POEMAS DE AMOR
1. Quien no ama no reconoce, no recuerda, encuentra oscuro todo pensamiento, toda ocurrencia extranjera. Me he dado cuenta años más tarde de que el aire en las colinas es más leve, la hierba está tibia, fermenta. Debía llegar tan tarde a ya no sentir temores, pisar áridos rastrojos, raspar murallas secas, cubrir el tedio como un espejo que el aliento empaña. Soy un pájaro prisionero en una jaula de oro. La selva variopinta es para mí incolora. El alma encontró su pieza en torno a ti. 2. Nos gusta el aire deshecho la quietud abandonada sobre la region el vuelo de los pájaros migrando entre las matas de algas, andrajosos despojos de veleros. Más allá de la caduca tarde aquí están los amantes errantes, donde cada atardecer una esperanza ínfima los arrastra desde allá desde los puentes hasta el borde del agua estancada, pasajeros presurosos sin descanso sobre arenas impasibles. 3. Uno se esfuerza por años por desamarrar los nudos, por conferirle una imagen fabulosa a un manojo de signos extraviados.
|
STREPITA LA CAMPANA AL CAPOLINEAStrepita la campana al capolinea.La tramontana spazza contro il fiume La polvere delle case in rovina. Eccoti sola e la piazza ti sperde Al bivio, e tu non sai Più vivere, non sai dimenticare. Era verde il sambuco quella sera, Freschi I tumuli di terra Fuori della cittá lungo il declivio Che da Santa Sabina Scende a Bocca della Verità. Ahi, ahi, stravolta (oggi l’anno ci coglie Così distanti per le strade traverse) Tu cammini, io ti chiamo. Alle finestre Scroscia a sghembo la pioggia. E ti sollevi l’ammaso di capelli Dagli orechi, scrolli I perduti ricordi: una nube Di corvi dal mio cielo S’è posata stasera nel tuo specchio. |
LA CAMPANA CLAMA AL FINAL DE LA LÍNEA
La campana clama al final de la línea. El viento norte barre contra el río El polvo de las casas arruinadas. Te encuentras sola, y la plaza te deja En una encrucijada, ya no sabes Ni vivir ni olvidar. Era verde el saúco aquella tarde, Frescos los montículos de tierra Fuera de la ciudad, por la pendiente Que baja de Santa Sabina Hasta la Bocca della Verità. Ay, ay, perdida (hoy el año nos pilla Tan separados, en calles aparte) Caminas, te llamo. La lluvia Golpea oblicuamente las ventanas. Tú te levantas el pelo abundante Por sobre las orejas, sacudiendo Recuerdos perdidos: una nube De cuervos de mi cielo Se te posó esta tarde en el espejo. |
fiorella
7 julio, 2010 @ 0:00
escribi palabrascon cl