Este conjunto de sonetos aparenta mostrar la experiencia del autor en la Gran Capital de la literatura francesa: pero la verdad es que el poeta bretón Tristán Corbière (1845-1875) hace máquinas algo más complejas. El hablante parece identificarse con el protagonista de Le Négrier, la novela de su padre, dada su condición de hijo de oficial de marina (bretón) y una “bella criolla”, dando una señal clara (que la lectura del libro íntegro puede confirmar) de que Corbière quiso construir una especie de “alter ego” literario, pretensión que, como tantas otras, no logra llevar a cabo con la limpieza de un Grande (léase Hugo, Gautier, Baudelaire, etc…). La canción del epígrafe del Soneto III es tradicional y nostálgica, se llama À la claire fontaine. En el mismo soneto, nótese que el “manzanillo”, planta del Caribe, se había hecho proverbial en Europa: era tan venenoso que su sombra, tan sólo, ya mataba –el zinc de las barras de los bares tendría, claro, similares virtudes. En el Soneto VII, la tramontane es, por cierto, lo que en el Sur de Francia se llama mistral; quien sube a París es Frédéric Mistral (1830-1914), poeta provenzal que gozaba de una considerable fama (ya había publicado sus obras más resonantes: Miréio, en 1859, y Calendou, en 1867) –un excelente objeto de comparación (y de envidia, claro) para un bretón, que vendría del extremo norte a caer en la falsa capital. En este mismo soneto, Monsieur Vautour es un personaje de vodevil que encarna al propietario rapaz, que explota y persigue a los inquilinos; y para el mismo poema no se olvide que four, aparte de “horno, cocina” se puede traducir como fracaso teatral, fiasco. No deja de ser interesante cómo resonaba en el Verlaine que escríbía Les Poètes maudits el Soneto VIII (y en homenaje a él y a otras almas dejo con una rima falaz el verso final)…
Se ha querido traducir el espíritu del texto, y de la forma más cercana e insidiosa: ya que el espíritu de estos textos incluye cierta violenta parodia de la rima, amor de Corbière a los órdenes subvertidos desde su aparente obsecuencia que también muestra su único y pulcramente organizado libro, Los amores amarillos. Se agradece a Fernando Pérez su sustanciosa colaboración: la ocurrencia proustiana es sin duda prodigiosa.
ParisIBâtard de Créole et Breton, Il vient aussi là – fourmilière, Bazar où rien n’est en pierre, Où le soleil manque de ton. – Courage! On fait queue… Un planton Là, sa pauvre Muse pucelle – Rien. – Elle restait là, stupide, |
ParísIBastardo de Criolla y de Bretón Viene él también aquí, a un hormiguero, bazar con nada de piedra hecho, y al sol le falta el color.. – ¡Coraje! Se hace fila… Un empujón Acá su pobre Musa doncellita – Nada-. Pasmada, se deja llevar |
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II
Là: vivre à coups de fouet! – passer – Non, petit, il faut commencer Le coller chez les mastroquets, – Musique! C’est le paradis |
II
¡Aquí se vive a latigazos! -se pasa – No, mi pequeño, se parte E ir a instalarlo en los bares, – ¡Música! ¡El paraíso está aquí |
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III
Je voudrais que la rose – Dondaine Poète – Après?… Il faut la chose: L’Incompris couche avec sa pose “La rose au rosier, Dondaine!” “La rose au rosier”… – Nature! |
III
Ay que la rosa estuviera -¡Dondén! Poeta… ¿Y qué? Le falta aquella cosa… El incomprendido se tiende con actitud «¡La rosa en el rosal quisiera!» «La rosa en el rosal»… – ¡Ay el Decoro! |
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IV
J’aimais… – Oh, ça n’est plus de vente! … J’avais une amante là-bas Pour toi tout seul, ta nostalgie, Mais ici… fouette-toi d’orgie! |
IV
Yo amaba… – ¡Ay, pero eso ya no se vende! Tenía yo una amante por allá Para ti solo tu melancolía, ¡Mas aquí, azótate de orgía, |
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V
C’est la bohême, enfant: Renie Chanson usée et bien finie, Évohé! ta coupe est remplie! Et qu’un jour le monsieur candide |
V
Es la bohemia, niño, reniega ya Una canción usada y bien acabada, ¡Evohé! ¡tienes la copa llena! Y que un día el señor cándido |
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VI
Évohé! fouaille la veine; Rôde en la coulisse malsaine Va: tréteaux, lupanars, églises, Tu parais! c’est l’apothéose!!!… |
VI
¡Evohé! Escarba la vena; Vaga por los bastidores malsanos Está bien: caballetes, lupanares, iglesias, ¡¡¡Y hete aquí en apoteosis!!! |
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VII
Donc, la tramontane est montée: Hélas: quel bon oiseau de proie, Four banal!… – Adieu la curée! – En écorchant le chant du cygne, |
VII
Y así la tramontana ha remontado: ¡Lástima! ¡Qué buena ave de rapiña, ¡Una vulgar cocina!… – ¡Adiós a la presa! Desollando del cisne la cantata; |
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VIII
Tu ris. – Bien! – Fais de l’amertume, Fais de toi ton œuvre posthume, Assez, n’est-ce pas? va-t’en! Laisse Drôle de pistolet fini! |
VIII
Te ríes… ¡Bien! Hazte el amargo, Haz de ti tu propia obra póstuma, Ya es bastante, ¿no? ¡Ándate! Deja ¡Se acabó el tonto de la pistolita! |