Traducir un poema sobre el secreto, sin revelarlo en el proceso, es una empresa riesgosa. Implica complicidad e ingenuidad al mismo tiempo. De forma paradójica ambas cualidades arrojan un buen retrato del traductor, pues toda traducción protege y muestra el secreto, tal como una llave sin cerradura conocida o una contraseña sólo para iniciados.
Esperamos haber sido leales custodios del secreto de Carlos Drummond de Andrade (1902-1987); especialmente cuando el poema escogido de su libro A rosa do povo (1945) muestra tantas similitudes aparentes con el español. Decidimos mantener el ritmo apretado de las estrofas, sus cortos versos, para preservar, desde un español liminal al brasilero, la ambivalencia de aquello que se dice y no se dice. Mirada así, igual a la poesía es el secreto. Y sobre él Drummond aconseja “guardar em si e consigo”.
Carrego comigo
Carrego comigo Serão duas cartas? Já não me recordo Se os anjos desceram Não ouso entreabri-lo. Como poderia Ele arde nas mãos, Guardar em segredo Guardar um segredo A boca experiente Vem do mar o apelo, Quero responder. Mas o embrulho pesa. Ou talvez queimá-lo: Ai, fardo sutil Por que não me dizes Seguir-te submisso Se agora te abrisses Mas ficas fechado. Para a escura fábrica Perder-te seria Não sei o que seja. Não estou vazio |
Cargo conmigo
Cargo conmigo ¿Serán dos cartas? Ya no me acuerdo Si los ángeles descendieron No me atrevo a abrirlo. ¿Cómo podría Arde en las manos, Guardar en secreto Guardar un secreto La boca experimentada Viene del mar el reclamo, Quiero responder. Mas el embrollo pesa. O tal vez quemarlo: Ay, fardo sutil ¿Por qué no me dices Seguirte sumiso Si ahora te abrieses Mas permaneces cerrado. para la oscura fábrica Perderte sería No sé lo que sea. No estoy vacío, |