Animal de Invierno es una apuesta consciente. No sé qué tan cuerdo sea mezclar esas palabras: si bien las apuestas pueden ser hechas con algo de conciencia, no deja de haber siempre en ellas algo de acto compulsivo y de suerte echada. Luis Zúñiga Morales y Leonardo Dolores, creadores de esta editorial peruana en 2013, se han arriesgado por un proyecto del que hablan a continuación, con humor e ironía, como cuando se refieren a su criterio respecto a los límites de lo literario que, en el caso de Lucho, le recuerda a la pregunta de “¿Cuál es la estructuralidad de la estructura? de una clase en San Marcos” o “a una clase de deconstrucción de Jacques Derrida, donde no se podía nunca encontrar el centro lógico del discurso…”. O cuando responden que les gustaría publicar algo nunca antes leído como “un tratado sobre ufología donde cierta raza extraterrestre hable de política en la era de Nixon”, para el mismo Lucho, o “Un libro que combine la mecánica popular con poesía… ¿barroca? ¿Por qué no?”, en el caso de Leo; aunque debo decir que esto último ya lo hizo (y de gran manera aunque no con poesía barroca) Fabio Morábito con su Caja de herramientas (Pre-textos, 2010).
En una época en que las editoriales dejaron ser independientes para convertirse en consorcios transnacionales, ¿qué significa crear una editorial? Sea en México o Chile, o sea en España, el mercado se ha movido en los últimos años. Recuerdo haber leído en 2012, más o menos, una entrevista con el nieto de Carlos Barral en la cual decía algo así como que el sector editorial en España estaba en crisis, “por lo tanto en todo el mundo hispanohablante”. Por la tradición en su familia, sé que hablaba con conocimiento de causa: no porque España fuera el centro de la cultura, sino porque la forma en que operaban las editoriales estaba cambiando. De ese tiempo a esta parte se ha reconfigurado el mercado (Anagrama, Tusquets y Seix Barral forman parte o tienen negocios con Grupo Planeta), pero ¿hay alternativas si algo no es publicado por algún miembro de esos consorcios? Respecto de las editoriales mencionadas, no hay gran reordenamiento, pero fuera de ellas hay quien está decidido a dar la lucha. Por lo pronto, Luis y Leonardo apostaron y parecen estar ganando.
Supe de ellos por La sangre de la aurora[1], novela ahora multipremiada de Claudia Salazar que, al margen de la problemática abordada, destaca el cuidado de la edición. Hasta el momento han publicado 19 libros (con tiraje de 500, mil y mil 500 ejemplares), y entre los últimos se encuentran una antología de cuentos de Alberto Fuguet y una novela de Sergio Chejfec (la primera que se publica en Perú)[2]. No creen en los grupos ni en las generaciones post, sólo en títulos que impulsen al debate literario local.
A Luis y Leonardo agradezco el tiempo para la entrevista y a los lectores recomiendo, a fin de conocer detalles sobre el origen de su empresa y evitar repeticiones, la charla que a inicio de 2015 tuvieron con Joe Iljimae[3].(En tanto no se especifique el nombre, las respuestas fueron redactadas por ambos: Luis Zúñiga Morales [Lucho] y Leonardo Dolores [Leo])
Rosana Ricárdez (RR) ¿Cómo y para qué surge Animal de Invierno?
Lucho: Surge hace dos años. Leonardo y yo, que veníamos de trabajar en otra editorial independiente, decidimos abrir un nuevo sello que impulse al debate literario local.
¿Cuándo se lo plantean de verdad?
Ni siquiera hubo tiempo para plantearnos la idea. Solo sabíamos que queríamos seguir publicando libros. Pasamos de una editorial a otra, tratando de aprender de nuestros errores.
¿Cómo se logra, con su edad –parecen bastante jóvenes-, emprender una editorial, con los riesgos financieros que implica? ¿Debían tener algo más que un “guardadito” para ello?
Ni tan jóvenes, nos acercamos a los cuarenta. Una ventaja antes de empezar con Animal fue el hecho de tener una idea global de los costos y procesos. Asumimos un riesgo financiero sin la expectativa de recuperar nuestra inversión. Estábamos dispuestos a perder dinero, mientras buscábamos sostenernos con servicios editoriales a empresas. Nuestra experiencia con la creación de líneas editoriales para varios clientes nos ha generado cierto prestigio, lo que nos permite tener trabajos paralelos a la edición literaria.
A dos años, ¿era lo que esperaban? En términos financieros, se trata de una empresa muy joven, de la cual no se esperan ganancias aún o, si bien les ha ido, apenas están comenzando a salir en números azules. Los riesgos que corre una empresa de reciente creación son muchos. En empresas de otros giros se llegan a ver ganancias a los cinco años.
Sí, era lo que esperábamos. Cero ganancias en la línea literatura y algo de sostenibilidad en la línea de servicios editoriales.
Si lo suyo es una especie de consorcio, ¿de dónde surge el modelo y en qué consiste?
La idea es diversificar nuestro trabajo en distintos sellos editoriales. Tener títulos para distintos tipos de público, ya que el mercado peruano del libro es todavía pequeño.
¿Cuál ha sido el criterio imperante a la hora de decidir los títulos? Y lo mismo para los autores, ¿cuál es el criterio? ¿Hay alguna temática que se hayan planteado desde el inicio? Incluso si se trata de vetar alguna, por ejemplo: nunca publicaremos novela negra.
Hablando por Animal de Invierno, nuestro móvil es conseguir un catálogo diverso con autores cuyas propuestas nos generen alguna reacción. Un texto de pulcro lenguaje y estrategia narrativa coherente no necesariamente puede funcionar con nuestros criterios de selección. El lenguaje arriesgado, los diferentes niveles de lectura, la perplejidad de los personajes dentro de un mundo autosuficiente son insumos que buscamos.
Como editores jóvenes, pertenecientes obviamente a una generación post conflicto Partido Comunista Peruano-Sendero Luminoso, ¿qué desean publicar que no hayan leído? ¿Hay todavía mucho por escarbar?, ¿qué desean o esperan leer en Animal de Invierno al respecto?
Lucho: Libros que no hayamos leído… Me gustaría encontrar un tratado sobre ufología donde cierta raza extraterrestre hable de política en la era de Nixon.
Leo: Un libro que combine la mecánica popular con poesía… ¿barroca? ¿Por qué no?
¿Hay una literatura más allá de lo social en un país que aún vive los estragos del conflicto (1980-2000)?
Por supuesto. Si bien el conflicto puede ser un punto de inflexión, deben seguirse buscando formas de tratarlo, de no tratarlo y también cuestionarlo.
El 31 de agosto Fernando Ampuero[4] publicó un texto llamado Generación post, nueva narrativa peruana. Me llaman la atención dos cosas: 1. Ya no se habla de peruanos en tanto escritores nacidos ahí sino los que escriben desde ahí. ¿Creen que esto cambia un poco la forma de escribir de los escritores o es completamente irrelevante? 2. Ampuero toca el tema de la inmediatez y relativa cercanía de los autores, debido a las redes sociales que dan la sensación de, precisamente, inmediatez. Al respecto dice: “nos enteramos adónde fueron de vacaciones o qué asuntos los conmueven o los indigestan; leemos los ensayos y artículos que nos recomiendan; somos testigos de sus malhumores, sus alegrías y su natural —y pregonado— narcisismo literario.” ¿Esto es parte del show y del business?
Es irrelevante. Desde la cosmovisión andina de Rosa Cuchillo hasta un texto de Prochazka sobre la forma de pelar una fruta, la literatura peruana sigue siendo un caleidoscopio que se resiste a toda etiqueta fácil. Igual, la opinión de Fernando Ampuero sobre las redes es para nosotros válida respecto al escritor y libro como producto. Sí, es parte de un show, pero de uno donde cada quien tiene la libertad de manejar sus propios registros y defender su visión de lo literario.
¿Cuál es su criterio de lo literario? ¿Tienen un criterio de lo no literario? Cada vez se ven menos interesados en la oralidad y en la sonoridad del lenguaje, nadie niega que lo de hoy es la historia. Esto se trata del lenguaje, ¿no?, ¿no?
Lucho: Esa pregunta me recuerda a la de ¿Cuál es la estructuralidad de la estructura? de una clase en San Marcos.
Leo: Me parece que lo literario es lo no literario, y viceversa.
Lucho: Eso me recuerda a una clase de deconstrucción de Jacques Derrida, donde no se podía nunca encontrar el centro lógico del discurso… En todo caso, no creo que estemos menos interesados en la oralidad y sonoridad del lenguaje. De hecho, un libro como Las siete bestias, de Chris Gutiérrez-Rodríguez tiene mucho de eso y nos sedujo de inmediato para incluirlo en nuestro catálogo.
Editaron a Francisco Ángeles (Austin, Texas) y a Claudia Salazar Jiménez (La sangre de la aurora). Ambos son citados por Ampuero en este artículo. a) ¿Eso les da puntos a Uds.? b) ¿Cómo fue la apuesta por editar estos dos libros en particular? (En el caso de Claudia, ella misma es editora)
Citó también a otros autores del sello y algunos que hemos publicado en el sello anterior, pero no creemos que se trate de ganar puntos, sino más bien de reconocer la existencia de una movida independiente que debe seguir creciendo para beneficio de la industria editorial.
Sobre la apuesta en los libros que mencionas, ambos proyectos nos interesaron por sus particulares visiones de la realidad; el deseo de destrucción en el protagonista de la novela de Francisco y el enfoque de género dentro del contexto de conflicto interno de la novela de Claudia.
Si bien poco a poco vamos sumando a la lista de los canonizados (Arguedas, Mariátegui, Vargas Llosa y Bryce Echenique, pero también a Iván Thays y Óscar Colchado), ¿consideran que es demasiado chovinismo decir que el Perú es un país de narradores o si se dice es porque poco a poco se va creyendo e instaurando la idea como un rasgo de la identidad del país?
En general, hay demasiado chovinismo en el Perú.
¿Qué es hoy un editor? (El que censura, el que publicita, el que pierde, la mano que mece la cuna…)
Es de todo un poco, menos el que mece la cuna. En empresas pequeñas es el que lee los manuscritos, hace cotizaciones, limpia la oficina, trabaja el concepto de portada, carga libros, conversa con los autores, manda liquidaciones a librerías y maneja el Word y Excel siguiendo tutoriales de Youtube.
¿El hecho de que hoy los escritores se consideren escritores más profesionales –me refiero a que son egresados de universidades- les da más problemas o menos a un editor?
Tenemos 19 libros publicados en Animal de invierno. Sobre los escritores de la “academia” no sentimos que nos den más o menos problemas que uno ajeno a ella. Sí sentimos que hay una relación especial con la crítica en los primeros y tal vez mayor reflexión sobre los contextos históricos, movimientos sociales, etc., pero es relativo.
Cuando van a ferias de libros, ¿encuentran buenas ofertas? ¿Es aún opción para las editoriales? Pienso en la de Lima, pero también en la de Antofagasta, Bogotá, Guadalajara, Frankfurt.
Si te refieres a ofertas de libros, normalmente hay buenas ofertas en libros producidos en la región a la que vas. Si estás en Guadalajara es posible encontrar el catálogo de Sexto piso a menor costo que en las librerías peruanas.
Si te refieres a ofertas sobre derechos literarios, Frankfurt y Guadalajara siguen siendo los puntos de concentración de negociación de derechos. La feria de Lima todavía no consolida una jornada de profesionales.
Si en el mismo continente hay riesgo de escuchar Perú y asociarlo sólo con lo andino y sólo con las lenguas originarias (tal como puede suceder respecto de México), ¿existe punto de conciliación o se puede explotar aún esa imagen en beneficio de los nuevos escritores?
Las propuestas de los nuevos escritores son bastantes diversas por lo que es complicado etiquetarlas a todas en una sola “Marca Perú”
¿Habría que hacer una elección entre lo urbano y lo andino? Hace tiempo leí que Gustavo Faverón dijo que la literatura peruana vivía una pérdida de claridad de paradigmas, una crisis positiva.
Sí, la crisis es positiva en tanto amplía horizontes.
En la literatura de hoy, ¿existe una representación de la violencia, una representación del mundo peruano como lo conocemos? ¿Hay una representación de lo latinoamericano?
Sí, pero la idea es que estas representaciones se cuestionen, no necesariamente invalidándolas sino transformándolas.
Así como en la política, ¿hay que cumplir cuota de género en la literatura?
No creemos que sea un asunto de género en lo referido a la creación de un catálogo, nunca nos hemos planteado cubrir una cuota de este tipo en la elección de autores y autoras. Pero esto no quita que nos interese el enfoque de género como temática.
Recuerdo haber leído en 2012, más o menos, una entrevista con un miembro de la familia Barral (el nieto de Carlos Barral) y decía, al margen del tema central, algo así como el sector editorial en España está en crisis, “por lo tanto en todo el mundo hispanohablante”. Pese a ello, hay editoriales independientes. Pero, ¿qué significa ser independiente hoy en el mundo editorial? ¿Tener dinero para auspiciar un libro y su presencia en librerías o competir o editar?
De ese tiempo a esta parte se ha reconfigurado el mercado de las editoriales en España y en otros países.
La independencia tiene que ver con la posibilidad de formar un catálogo sin la dictadura de las finanzas. No es que no estén presentes los números, pero tratamos que no sean decisivos. La independencia editorial por tanto se construye con cada libro publicado.
¿Tienen oferta en libros electrónicos? (en la entrevista que el primer filtro para aceptar manuscritos es que se los hagan llegar en físico) ¿Algún criterio parecido ejercen respecto de los libros electrónicos?
No tenemos oferta en libros electrónicos. Lo del pedido de leer un manuscrito en físico es para tener un mejor control de recepción y también una mejor lectura de lo que llega a la editorial. Pero no eludimos lo electrónico.
¿Qué alcances tienen hoy los libros, acaso han perdido su capacidad de influencia?
Sí, creemos que la han perdido, pero creemos también que no todo está perdido.
¿Qué opinión tienen acerca de la influencia de la crítica en el lector? ¿Existe crítica, en sentido estricto, quiero decir, fuera de las ediciones de cultura de los diarios y fuera de los trabajos académicos universitarios?
Sí, creemos que todavía tiene una influencia la lectura, pero también hay una crisis. Se han cerrado varias columnas de críticas y reseñas de libros en diarios, pero también se han abierto otros canales en las redes y blogs. Claro, no todo llega a tener un nivel óptimo. Muchas veces los debates son aún básicos, más emocionales que literarios. Pero igual creemos que hay un crecimiento.
Títulos de la editorial:
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[1] No entro en materia pero existe bastante escrito al respecto, tanto desde la academia como desde el mundo literario. Es indispensable explorar en la red.
[2] https://www.facebook.com/media/set/?set=a.204046619776612.1073741831.153377841510157&type=3&__mref=message
[3]http://blog.rpp.com.pe/cronopiosyfamas/2015/03/26/lo-que-nos-interesa-son-autores-que-busquen-una-suerte-de-renovacion-en-la-literatura/
[4] http://elcomercio.pe/eldominical/actualidad/generacion-postnueva-narrativa-peruana-segun-fernando-ampuero-noticia-1837071