Hoy publicamos tres poemas de El libro de los muertos, de William R. Rukeyser, en la delicada traducción que Lucas Costa hizo para Editorial Usach. A pesar de ser una obra ineludible para pensar la poesía contemporánea, El libro de los muertos (1938) no había sido vertido a nuestra lengua sino hasta ahora. En él nos encontramos con una de las mayores tragedias industriales de los Estados Unidos: la construcción y explotación del túnel de Hawk’s Nest en Gauley Bridge, Virginia Occidental, donde un numeroso grupo de mineros moriría por silicosis dadas las condiciones insalubres en que trabajaban. Esperamos que esta muestra de traducción de tres de sus poemas, guíen a nuestros lectores hacia este infaltable libro.
THE ROAD
These are roads when you think of your country
And interested bring down the maps again,
phoning the statistician, asking the dear friend,
reading the papers with morning inquiry.
Or when you sit at the wheel and your small light
chooses gas gauge and clock; and the headlights
indicate future of road, your wish pursuing
past the junction, the fork, the suburban station,
well-travelled six-lane highway planned for safety.
Past your tall central city`s influence,
the outside its body: traffic, penumbral crowds,
are centers removed and strong, fighting for good reason.
The roads will take you into your own country.
Select the mountains, follow rivers back,
travel the passes. Touch West Virginia where
the Midland Trail leaves the Virginia Furnace,
iron Clifton Forge, Coving iron, goes down
into the wealthy valley, resorts, the chalk hotel.
Pillars and fairway; spa; White Sulphur Springs.
Airport. Gay blank rich faces wishing to add
history to ballrooms, tradition to the first tee.
EL CAMINO
Estas son rutas a tomar cuando pienses en tu país
e interesado desempolves los mapas otra vez
llamando al estadista, preguntando al amigo querido,
leyendo los diarios con inquisición mañanera.
O cuando te sientes al volante y la pequeña luz
alumbre el medidor de bencina y el reloj; y los focos
muestren el futuro del camino, tu deseo insistiendo
más allá del cruce, el desvío, el servicentro,
la carretera repleta asegurada por seis pistas.
Más allá de la influencia de tu alta ciudad central,
fuera de su cuerpo: el tráfico, las multitudes en penumbra,
son centros fuertes y apartados luchando por una buena [causa.
Estas rutas te llevarán hacia tu propio país.
Selecciona las montañas, sigue de vuelta los ríos,
cruza los pasos. Toca Virginia Occidental donde
el Sendero Midland deja el horno de Virginia,
hierro Clifton Forge, hierro Covington, baja
hacia el valle acomodado, a los resorts, al hotel de caliza.
Los pilares y los pasajes; el spa; White Sulphur Springs.
El aeropuerto. Las alegres caras impasibles de ricos que [desean
darle historia a los salones de baile, tradición al primer té.
GAULEY BRIDGE
Camera at the crossing sees the city
a street of wooden walls and empty windows,
the doors shut handless in the empty street,
and the deserted Negro standing on the corner.
The little boy runs with his dog
up the street to the bridge over the river where
nine men ar mending road for the government.
He blurs the camera-glass fixed on the street.
Railway tracks here and many panes of glass
tin under light, the grey shine of towns and forests:
in the commercial hotel (Switzerland of America)
the owner is keeping his books behind the public glass.
Post office window, a hive of private boxes,
the hand of the man who withdraw, the woman who reaches
her hand
and the tall coughing man stamping an envelope.
The bus station and the great pale buses stopping for food;
April-glass-tinted, the yellow aproned waitress;
coast-to-coast schedule on the plateglass window.
The man on the street and the camera eye:
he leaves the doctor`s office, slammed door, doom,
any town looks like his one-street town.
GAULEY BRIDGE
La cámara en el cruce ve la ciudad
una calle de paredes de madera y ventanas vacías,
las puertas se cierran solas en la calle vacía,
y el Negro abandonado en la esquina.
El niñito corre con su perro
sube la calle hacia el puente sobre el río donde
nueve hombres arreglan la vía para el gobierno.
Él desenfoca la cámara fija en la calle.
Aquí las vías del tren y varios cristales
de hojalata bajo la luz, el brillo gris de pueblos y bosques:
en el hotel comercial (Suizo de EE.UU)
el dueño guarda sus libros detrás del ventanal.
La ventana del correo, una colmena de casillas privadas,
la mano del hombre que retira, la mujer que alcanza
su mano
y el hombre alto tose y estampa un sobre.
La estación y los grandes buses pálidos que paran a comer;
el vidrio teñido de abril, la mesera de delantal amarillo;
el horario de costa a costa en el vidrio de la vitrina.
El hombre en la calle y el ojo de la cámara:
sale de la consulta, da un portazo y maldice,
cualquier pueblo de una sola calle se parece a este.
THE FACE OF THE DAM: VIVIAN JONES
On the hour he shuts the door and walks out of town;
he knows the place up the gorge where he can see
his locomotive rusted on the siding,
he sits and sees the river at his knee.
There, where the men crawl, landscaping the grounds
at the power plant, he saw the blasts explode
the mouth of the tunnel that opened wider
when precious in the rock the white glass showed.
The old plantation-house (burned to the mud)
is a hill-acre of ground. The Negro woman throws
gay arches of water out from the front door.
It runs down, wild as grass, fall the flows.
On the quarter he remembers how they enlarged
the tunnel and the crews, finding the silica,
how the men came riding freights, got jobs here
and went into the tunnel-mouth to stay.
Never to be used, he thinks, never to spread its power,
jinx on the rock, curse on the power-plant,
hundreds breathed value, filled their lungs full of glass
(O the gay wind the clouds and many men).
On the half-hour he`s at Hawk`s Nest over the dam,
snow springs up as he reaches the great wall-face,
immense and pouring power, the mist of snow,
the fallen mist, the slope of water, glass.
O the gay snow the white dropped water, down,
all day the water rushes down its river,
unused, has done its death-work in the country,
proud gorge and festive water.
On the last quarter he pulls his heavy collar up,
feels in his pocket the picture of the girl,
touches for luck –he used to as he drove
after he left his engine; stamps in the deep snow.
And the snow clears and the dam stands in the gay weather,
O proud O white O water rolling down,
he turns and stamps his off his mind again
and the hour walks again through town.
LA CARA DE LA REPRESA: VIVIAN JONES
Sobre la hora cierra la puerta y camina fuera del pueblo;
él conoce el lugar del cañón desde donde puede ver
su locomotora oxidada en la vía muerta,
se sienta y ve que el río le llega a las rodillas.
Allí, donde los hombres se arrastran, paisajeando terrenos
en la planta de energía, él vio una ráfaga explotar
la boca del túnel que se abría expansiva
cuando el vidrio blanco se mostró precioso en la roca.
La vieja hacienda (quemada hasta el barro)
es una colina ocre de tierra. La mujer Negra tira
alegres arcos de agua fuera de la puerta principal.
Corre hacia abajo, salvaje como el pasto, flota y fluye.
Al cuarto de hora él recuerda cómo agrandaron
el túnel y las cuadrillas, encontrando sílice,
cómo los hombres de carga consiguieron trabajo aquí
y entraron por la boca del túnel para quedarse.
Nunca será usada, piensa, nunca propagará su energía,
El mal de ojo en la roca, la maldición en la planta,
cientos respiraron el valor, llenaron sus pulmones con vidrio
(Oh el viento alegre las nubes un montón de hombres).
A la media hora él está en Hawk`s Nest sobre la represa, la nieve brota cuando llega a la cara de la gran muralla,
inmensa y vertiendo energía, la neblina de nieve,
la neblina que cae, la vertiente de agua, de vidrio.
Oh nieve alegre el blanco soltó agua, abajo,
todo el día el agua se precipita por su río,
sin uso, ha hecho su obra mortal en el país,
el cañón orgulloso y su agua festiva.
En el último cuarto se sube el cuello grueso,
en su bolsillo siente la foto de su chica,
la toca para la suerte –lo hacía siempre cuando manejaba
después de dejar su motor; las pisadas en la nieve profunda.
Y la nieve se despeja y la represa queda en el clima alegre,
Oh orgullosa Oh blanca Oh agua rodando abajo,
se da la vuelta y sella esto de nuevo en su mente
y sobre la hora camina de nuevo por el pueblo.