El inglés John Keats (1795-1821) es el paradigma del poeta romántico, melancólico y joven, en busca de “una vida de sensaciones más que una vida de pensamientos”. Aunque la exaltación del yo en su obra es menor a la de sus contemporáneos Byron y Shelley, igualmente postuló el arte como un bien que, a través de la correspondencia entre la verdad y la belleza -que trasunta su desmesurada confianza en la transparencia de la palabra- podía aspirar a la felicidad profunda. Destacan sus atmósferas, logradas a través de la sucesión de imágenes sugerentes, generalmente en espacios abiertos, y sus reflexiones sobre la condición humana. “O solitude! if I must with thee dwell” (1816) es su primer soneto.
Cuando lo leí, lo imaginé al instante en castellano. Respondía mentalmente al ritmo de cada palabra, rimando los versos como si tarareara una canción, y sentí el impulso de transcribirlo. Fue mi primera traducción de poesía, luego de ejercitar el calce de su música en la sintaxis al uso.
Siete años después, dos versos no me satisficieron -coincidentemente los mismos que al editor- por lo que comencé el quebradero de cabeza. Los seis versos modificados a raíz de ellos, recuperan a nuestro juicio el carácter conversacional e interpelante del original.
Como comparto los excelentes argumentos para traducir sin apego al metro y las rimas del idioma original, esta versión viste, sonriente, de puntual disidencia.
Joaquin Abello
17 mayo, 2014 @ 23:12
Bella traducción.
Adriana Valdés
18 mayo, 2014 @ 13:23
Realmente, muy buena traducción. Y estupenda descripción de cómo y por qué se traduce un poema. ¡Bravo!
Cristina
12 mayo, 2016 @ 0:29
¡Te felicito! Respetaste a la perfección la estructura del soneto, me encanta la obra de Keats. 🙂