Es muy interesante, revelador y complejo el sonido, una suerte de suspiro, que da inicio a “Declaración de Principios”, el poema-tema (poetema podría llamarse), que da el título al Libro/Disco que hoy se presenta (y que se puede descargar aquí). No es un fffff de relajo, sino más bien un ihjjj. No es un suspiro de melancolía o cansancio, pero tampoco queda claro si es de miedo o de sorpresa, surgido de la repentina constatación de una urgencia. Sí está claro que ese poetema, cuyo texto es de Jorge Velásquez, habla de conquistar territorios (“Debemos invadir / Anclar nuestro reino en su archipiélago”) y de crear modos propios, una necesidad permanente en el arte, y que esta Orquesta honra con su propuesta.
El suspiro se transforma así en una aspiración que recorre todo el proyecto, y que hace de la Orquesta de Poetas un ejemplo único en Chile, porque busca, de una manera muy integral, y de altísima calidad en todos los aspectos, hacer de la poesía un arte escénica. No es sólo un disco que se puede escuchar muy bien, y tampoco es sólo un libro que yo llamaría de poesía visual; sino una experiencia de ver, leer y oír (los videos que acompañan el libro/disco buscan registrar, acompañar o reemplazar la performance en vivo).
En una reseña sobre un concierto de este grupo, Pablo Chiuminatto señaló que la Orquesta de Poetas «logra, entre otros muchos efectos, hacer presente lo escénico, lo visual y, dichosamente, un concepto de espectáculo. Es decir, consideran una audiencia potencial, aspecto que es preciso reconocer y celebrar, porque integra emisión, audición y participación como foco de la experiencia estética». Chiuminatto asimila este espectáculo a «la ópera, algunas formas de teatro, danza-teatro, o, aún más cerca, de jam session».
La Orquesta de Poetas reúne voz, texto, sonido, imágenes, performance y música, pero usa pilares fundamentales de la poesía. La voz o el aliento del poeta explica el suspiro que da inicio al disco quizás. Pero luego se traduce en la presencia de voz humana en vivo o sampleada, y de palabras y frases y párrafos y versos, pero también estrofas y coros, como puentes en definitiva, entre la poesía, la música y la performance. Chiuminatto observa entre sus fuentes «la tradición de las vanguardias de música y de poesía concreta de comienzo del siglo XX». Y efectivamente, acá uno puede ver muy bien materializada, sobre el escenario, la utopía de la poesía concreta del verbivocovisual, esto es, la reunión colaborativa y virtuosa del sentido, sonido e imagen en una misma obra.
Por otro lado, se trata de cuatro muy buenos poetas Hay muestras clásicas de poesía concreta, como el poema “Las Olas”, de Felipe Cussen. También hay interpretaciones de poesía sonora a capella a varias voces, todo un clásico en esa disciplina, como en “Vocales”, poetema de Fernando Pe?rez basado en un poema de Arthur Rimbaud. Y también hay varios poemas calificables de visuales, como “Pacos”, del mismo Pérez.
Los integrantes de la Orquesta son hombres que han cultivado muchísimo sus múltiples talentos. Hay tres doctorados en literatura de importantes universidades: Cussen, Fante y Pérez; y el cuarto, Eisner, tiene estudios de musicología y dirigió uno de los proyectos editoriales de poesía más importantes de Chile en los años 2000: Ediciones del Temple. Pero al mismo tiempo son muy buenos músicos. Fante es uno con el contrabajo. Pérez no tiene nada que envidiarle a Ray Manzarek de The Doors con sus teclados. Eisner siempre sólido en el bajo y muy bueno en la melódica; y son un gran aporte musical y visual las percusiones uruguayas que integró a su pieza “Todo Bien”. El factor electrónico, de samples, loops y efectos de Cussen, da a la banda una textura propia y un pie en la poesía sonora digital. La aparición de Carlos Cociña leyendo su propio poema “A Veces Cubierto por las Aguas”, es extraordinaria, y la presencia de José Burdiles como baterista invitado en varios temas un aporte imprescindible.
Hay además algo muy poco habitual en actividades vinculadas a la poesía: bastante humor. Otra vez el toque de Cussen en este aspecto se hace presente en la pieza electrónica vocal “Oh My God”; y que también destaca en la ya citada “Pacos”, de Pérez, o en “Cholitas catfight”, de Juan Pablo Fante.
La colección de videos es un excelente registro de sesiones de estudio, muy bien preparadas y producidas, y tiene un elegante trabajo de composición de imágenes, edición y efectos. Algunos son verdaderos video clips, como “Relógio”, compuesto por Fernando Pérez a partir de un poema del brasileño Oswald de Andrade; o “Derrumbes”, de Pablo Fante. El e-libro que acompaña al disco tiene letras, partituras, poemas visuales, permutativos, de listas, de ellos mismos y de otros poetas, además de fotos muy buenas, biografías breves de los autores e información técnica. Es un gran documento.
Termino citando de nuevo a Pablo Chiuminatto: la Orquesta de Poetas «recupera costumbres tan antiguas como aquellas en las que los poetas tenían el rol de sostener la fiesta, fuese a Dionisio como a tantos otros». Hoy nos toca a nosotros. Y la Orquesta de Poetas me gusta. Espero que a ustedes también.
Feria internacional de libro de Santiago, 07/11/14