Christian Morgenstern, nacido en Múnich en 1871, se ha convertido en uno de los poetas más populares en lengua alemana gracias a una obra lírica fantástica y satírica que juega con el absurdo, emparentándose, como ha señalado Martin Esslin, con la obra de los ingleses Edward Lear (1812-1888) y Lewis Carroll (1832-1898), y convirtiéndose, junto con la obra dramática de Frank Wedekind, en precursor del movimiento expresionista alemán. Sin embargo, Morgenstern también escribió versos de muy variada inspiración, entre ellos poemas místicos influidos por la antroposofía de Rudolf Steiner y la obra de Friedrich Nietzsche.
Contemporáneo de los poetas alemanes Rainer Maria Rilke y Richard Dehmel, y los austriacos Georg Trakl y Hugo von Hofmannsthal, el también traductor de lenguas escandinavas tuvo facetas diversas y controvertidas —por ejemplo su postura política en favor de la monarquía—, todo lo cual, según escribe su biógrafo Jochen Schimmang, se entiende como una respuesta a la época de cambios radicales, tanto intelectuales como técnicos, que le tocó vivir.
Este año se ha cumplido un siglo de su muerte, ocurrida en Merano, Italia, pocos meses antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial, y las versiones aquí presentadas pretenden un homenaje al Morgenstern más íntimo, oscuro y solitario.
N. del E. Osvaldo Rocha es poeta, ensayista y traductor. Es profesor de alemán en distintas universidades mexicanas y colaborador en publicaciones de México, Colombia, Brasil, Canadá, España, Holanda, Finlandia y Singapur, entre otros países.