Aquel al que la Naturaleza comience a develarle su
secreto manifiesto, experimentará un anhelo
irresistible por conocer su más digno intérprete: el arte.
Goethe
Leve es la exposición de Paula Subercaseaux en la galería XS que está compuesta por los tejidos “Mudar la Piel”, los dibujos en cenizas volcánica sobre lija “Ánimos Ánimas”, los cuadros de cascadas de tierra “Maneras de caer” y por “Leve”, un video de cenizas en la oscuridad. Estas cuatro obras (compuestas tres de ellas por varias piezas) reflejan el estudio y la búsqueda de Subercaseaux –a través de técnicas basadas en materiales orgánicos– del modo en que el propósito define la forma en la naturaleza. Especialmente de cómo es el agua –en su constante lucha y tregua con la fuerza de gravedad– la principal responsable de darle forma a la tierra y a nosotros desde nuestros inicios en el líquido amniótico. Este elemento vital cumple con crear la forma arquetípica que somos y que es el mundo. El agua en la obra de esta artista es sagrada como lo era para las primeras civilizaciones de la tierra, y desde esa conciencia la trabaja.
Paula, aunque parezca contradictorio, crea naturaleza. Recicla pelos de caballos, cenizas, barro y arena, y descubre formas que siguen las leyes naturales de la gravedad versus la levedad. Las tres obras de “Maneras de caer” son el registro de las huellas de la tierra acuosa que se precipita siguiendo el curso que se va inventando a medida que entra en contacto con su fondo de madera: madera que es árbol en cuyas venas un día corrió el agua hecha savia, en contra de su natural caída.
En “Mudar la piel” los tejidos en crin guardan en cada punto un pedazo de tiempo, y en su interior, sostienen el vacío de lo que fueron: como vientres huecos, pieles que se dejan atrás para vivir de nuevo. Estas formas que son abandonadas por lo que fue su función primordial y su razón de diseño, adquieren la levedad mínima que las deja a merced del viento, del mar o de la tierra. Subercaseaux, como quien colecciona caracoles de mar, rescata de su destino formas que evocan desechos orgánicos que al ser descubiertas se vuelven únicas.
“Ánimas Ánimos” es otra búsqueda de la artista por rescatar las formas tejidas por ella, inspiradas por aquellas que han sido desechadas tanto de sus ánimas como de su peso. En este caso, Paula plasma en ceniza volcánica (vestigio de la fuerza del volcán) los positivos de varias de las figuras de crin en papel de lija (papel de arena). Las lleva a la orilla como el mar hace con lo leve, y luego en sus negativos se hacen arena sobre la ceniza, como la roca que se hace playa por la insistencia de el agua. La levedad de la ceniza y de las sombras de los tejidos se tocan en el papel de arena que les devuelve el peso que perdieron y las redefine.
“Leve” es el nombre del video de cenizas que ascienden en la oscuridad y son reveladas por el haz de luz que las atraviesa. O acaso ¿son las cenizas las que atraviesan el rayo de sol?. En este encuentro, la luz, la ceniza y el aire, actúan cada uno según sus reglas y se unen formando una imagen que bien podría ser galáctica.
Leve: Agua que cae y que forma, figuras vaciadas de uso, ceniza volcánica sobre y bajo la arena; fuego que se extingue constantemente en cenizas que no acaban de atravesar o ser atravesadas por la luz. Estas obras nos presentan un paisaje que –en las propias palabras de la artista- “recupera las formas de la naturaleza que impoluta se sustenta en leyes naturales, el agua fluye como agua, el barro actúa como barro.” El paisaje, tema tan estudiado en la historia del arte, en Leve se reinventa orgánicamente y desde adentro: sale de las manos de Paula y de su ojo atento al peso de lo vivo y a la levedad de lo muerto que se recicla naturalmente, como hace ella en cada obra de esta muestra.
Esta nota forma parte de una serie de artículos co-editados con Taller BLOC