El poeta Robert Creeley (1926-2005) formó parte del grupo de los poetas de Black Mountain, una reconocida escuela de vanguardia que reunió a diversos artistas y poetas, entre ellos los llamados, proyectivistas (Charles Olson), en el Black Mountain College. Fue allí también que Creeley compartió entre otros con creadores como Franz Kline y Robert Rauschenberg, el coreógrafo Merce Cunningham, y el poeta Robert Duncan. Creeley fue profesor de poesía en la New York State University en Buffalo, en donde más tarde fundó, junto a poetas como Susan Howe y Charles Bernstein, el programa de poética en Buffalo. La poética de Creeley puede deducirse de sus numerosas entrevistas y escritos, y tal vez pueda resumirse en estas líneas escritas en 1960 «I look to words, and nothing else, for my own redemption… I mean the words as opposed to content.» (“Yo miro a las palabras y nada más, por mi propia redención… Para mí las palabras significan lo opuesto al contenido, en artículo de Joe Holley, Washington Post, 1 de Abril de 2005). El poema escogido aquí para su traducción (“The Rain”, en The Collected Poems of Robert Creeley. 1945-1975. Berkeley: U of California P, 1982) reúne esa precisión tanto del lenguaje como del ritmo. El sentido de la constancia y persistencia de la lluvia, se van uniendo a medida que se avanza en la lectura del texto. Aquello que en los primeros versos es casi una imitación del sonido de los golpes del agua cayendo, pasa a ser un llamado al amado o la amada con ese incremento en el sonido y las preguntas que van surgiendo, como una pulga en el oído o como un constante ruido del que no se puede huir. La voz poética increpa a su amante a ser como esa constancia, esa mojada imagen del golpeteo de lo que repetidamente aparece una y otra vez en el tiempo.
En chileno la lluvia hace ruido en los techos de zinc o en esas tejas que a veces se (nos) corren, adivinamos que en este poema es tal vez un sonido ya que aunque persistente, intermitente traerá al texto la alusión al amor. La pregunta por el ser mismo, el cuestionamiento a él mismo, que ha sido aquí traducida como: ¿qué me soy? Por último, luego de esta especie de diálogo entre el hablante y la lluvia misma, el texto finaliza con esta petición de que el amor sea para él como la lluvia, que sea mojado como él, que el objeto amado sea lluvia para hacer salir: del cansancio, la idiotez, la semi- lujuria de indiferencia intencionada. Ahora, mirando otros poetas y poemas que se fijan también en la imagen de la lluvia, se puede recurrir a textos de Williams Carlos Williams o Ezra Pound. De todas maneras, el poema de Creeley se aleja de esa versificación tan entrecortada como la que se ve en el texto de Williams “Rain”. Sin embargo se repite esa idea de persistencia, la que se ve en este poema de Williams, que bien puede leerse como un poema romántico, del que en Creeley se reconoce un eco. Marjorie Perloff, crítica norteamericana, sostiene en “Robert Creeley’s Radical Poetics” que Creeley más que nada es un poeta del lenguaje. Para Perloff, la lluvia es una imagen recurrente en la poesía desde el Romanticismo al modernismo, por lo que se ve en la poesía de Creeley ecos de la poética de Apollinaire así como también del poema de Williams “Rain”( The Collected Poems of Williams Carlos Williams: 1909-1939. Vol. 1. New York: New Directions, 1986), citado y del que también se ha traducido un fragmento. El conocido caligrama del poeta francés Guillaume Apollinaire, se llama “Il Pleut” (“Llueve”, 1918), y yuxtapone el ritmo del texto junto a la imagen de la lluvia. De esta manera el poema y esos versos más bien cortos, permiten leer en esa figura otra lluvia que también remite a su sonido e intenta asimilarse a un cuerpo, femenino, por el que pasan la lluvia o del recuerdo de esas voces como dice el primer verso.
THE RAIN
All night the sound had come back again, and again falls this quiet, persistent rain. What am I to myself that must be remembered, insisted upon so often? Is it that never the ease, even the hardness, of rain falling will have for me something other than this, something not so insistent— am I to be locked in this final uneasiness. Love, if you love me, lie next to me. Be for me, like rain, the getting out of the tiredness, the fatuousness, the semi- lust of intentional indifference. Be wet with a decent happiness. |
LA LLUVIA
Toda la noche ha vuelto otra vez, el sonido y otra vez cae la silenciosa, lluvia persistente. ¿Qué me soy que debe ser recordado en lo que se debe insistir tan a menudo? Es que nunca el relajo, siquiera la dureza de la lluvia que cae tendrá para mí alguna otra cosa que ésta, algo no tan insistente- es que estaré encerrado en esta incomodidad final. Amor, si me amas, tiéndete junto a mí. Sé para mí, como la lluvia, ese salir del cansancio, la idiotez, la semi- lujuria de la intencional indiferencia Sé mojada con una decente felicidad. |
William Carlos Williams
RAIN (fragment) As the rain falls so does your love bathe every open object of the world– In houses the priceless dry rooms of illicit love where we live hear the wash of the rain– There paintings and fine metalware woven stuffs– all the whorishness of our delight sees from its window the spring wash of your love the falling rain– |
LLUVIA (fragmento)
Como cae la lluvia así también tu amor baña cada abierto objeto del mundo En casas las inestimables habitaciones secas de amor prohibido donde vivimos oír el limpiar de la lluvia Allí hay pinturas y finos cubiertos cosas tejidas– todo el puterío de nuestro gusto ve desde su ventana la primavera limpia de tu amor la lluvia —que cae |
Joel Regalado
1 abril, 2010 @ 5:19
Macarena. Me parece buena la traducción de este poema. Algo me tiene indeciso:
«…hear the wash of the rain»– dice el poeta. Y tu traduces: «…aquí el limpiar
de la lluvia…» «hear», obviamente es oír.
Pablo
17 abril, 2010 @ 3:05
Qué lindos poemas! y buena introducción, pero \"Qué me soy\"??? de donde salió eso? suena hoorible
Macarena Urzua
17 abril, 2010 @ 23:25
Gracias Joel, la verdad en la versión que yo tenía escrita decía HERE, por eso lo traduje como aquí. Acabo de oír otra vez el poema de Williams y lo correcto es HEAR, o sea «oír», así que deberá ser corregido en la traducción.
De todas maneras gracias por hacérmelo ver.
Saludos,
Macarena.