En la contraportada de Le Paradis brûle (Éditions de la Différence, París, 1998), título que reúne -entre otros- los poemas que aparecen traducidos aquí, leo: «Nacida en Luxemburgo, Anise Koltz es autora de numerosos libros de poemas escritos en francés o en alemán, por los cuales ha obtenido diversos premios. Fundadora y organizadora de las Journées de Mondorf (encuentros literarios internacionales), miembro de la Academia Mallarmé, vive en Luxemburgo».
Eso es todo. Me digo que es muy poco e intento averiguar algo más: nació en 1928, fundadora y vicepresidenta de la Académie Européenne de Poésie, miembro del Pen-Club de Bélgica y del Institut Grand-Ducal des Arts et Lettres, ha publicado más de una veintena de libros de poemas y entre sus premios se encuentran algunos como el Blaise Cendrars (1992), el Grand Prix de Littérature française hors de France (1994), el Batty Weber, Prix National de Littérature, Luxembourg (1996) y el Prix Apollinaire (1998). Por otra parte, dos de sus antologías Chants de Refus (1993) y Chants de Refus II (1995) están traducidas al castellano con el título Cantos de Rechazo (Hiperión, Madrid, 1998, trad. J.M.G. Holguera) -y agrego ahora que también hay otra con el título Bendita sea la serpiente & El tragador de fuego (La Garúa, Barcelona, 2008, trad. Evelio Miñano).
Continúo investigando y curiosamente en todas partes me encuentro con lo mismo, o casi: unos títulos más o unos títulos menos, unos premios más o unos premios menos. Como si a la hora de intentar conocer algo más de la autora, ella misma o nosotros sus lectores nos limitáramos a reproducir una suerte de catálogo que oculta más de lo que muestra. En verdad, no es mucho. Aunque, por cierto, tampoco me he esforzado demasiado. Pero tal vez sea mejor así porque prefiero pensar que esa información -o falta de información- puede resultar significativa. Quiero decir que después de leer sus poemas me gusta imaginar que la autora se ha querido mantener al margen, alejada, self-effacing como diría un profesor que estoy leyendo.
Y es que si bien los poemas reunidos en Le Paradis brûle abarcan asuntos tan diversos y susceptibles de convertirse en verdaderos tour de force como la muerte, la escritura, lo numinoso, el amor, la maternidad, entre otros, conformando cada uno un apartado del libro, me parece que su acorde dominante es la sencillez en el uso de la palabra, también su brevedad (no sé si decir laconía, porque no son poemas sentenciosos, sino que se aproximan más al tono de un haikú, o al menos a una cierta interpretación occidental de los mismos, con esa apariencia de facilidad más o menos perpleja de la que hablaba Barthes). Dicho de otra manera, de entre los poemas del libro, prefiero aquellos que destacan por su ligereza y por esa extraña ambigüedad que resulta de lo aparentemente evidente, aquellos que destacan por su levedad.
Y sí, una última cosa, estas traducciones son o quieren ser el testimonio de una amistad. El recuerdo de una noche caminando en dirección a casa en compañía de un buen amigo que me dijo: los poemas de Koltz son del tipo de poemas que me gustaría escribir. Eso me quedó dando vueltas y es el resorte primero de las traducciones que siguen.
Abattez mes branches
sciez-moi en morceaux les oiseaux continuent à chanter dans mes racines Des pierres lancées contre moi j’ai construit les murs de ma maison *** Marcher sans rien atteindre jusqu’à devenir chemin *** L’oiseau en plein vol se jette contre le soleil et le fracasse Chaque soir le paradis brûle *** Il n’y a pas de différence entre l’intérieur et l’extérieur entre les paroles et les pierres En les soulevant tu me trouveras orvet enroulée sur moi-même *** J’ignore si je vis dans l’ordre ou le désordre Si aujourd’hui est hier ou demain Ou les deux ensemble *** Ma porte d’entrée fournira le bois de mon cercueil Que la possibilité de l’ouvert demeure *** Tu dors face au mur écran de tes rêves qui projette les tares secrètes de ton sang *** Un homme puissant comme un fleuve traverse mon lit Il le transformeà la fois en réserve naturelle en champ d’expérimentation en abattoir *** Tu prononces mon nom comme celui d’un étang Tu as dépossédé mes rives Héron tu régnes sur mes eaux *** J’aime te sentir sur moi pont écroulé Ma rivière t’accueillera et polira tes pierres *** Face à la mort mon père évoque son passé – son cœur s’ouvre telle une vieille armoire qui craque Soudainement nous suffoquons sous une couche de poussière épaisse *** Ma mère est morte – Je la retiens comme les larmes que je ne peux verser |
Abatid mis ramas
cortadme en pedazos las aves continúan cantando en mis raíces Con las piedras arrojadas contra mí he construido los muros de mi casa *** Andar sin llegar a nada hasta convertirse en camino *** El ave en pleno vuelo se arroja contra el sol y lo hace pedazos Cada atardecer el paraíso arde *** No hay diferencia entre el interior y el exterior entre las palabras y las piedras Al levantarlas me encontrarás anfisbena enrollada sobre mí misma. *** Ignoro si vivo en el orden o el desorden Si el día de hoy es ayer o mañana O los dos a la vez *** Mi puerta de entrada proveerá la madera de mi ataúd Que la posibilidad de lo abierto permanezca *** Duermes de cara al muro pantalla de tus sueños que proyecta las taras secretas de tu sangre *** Un hombre poderoso como un río atraviesa mi lecho Lo transforma a la vez en reserva natural en campo de experimentación en matadero *** Tú pronuncias mi nombre como si fuera un estanque Tú has despojado mis orillas Garza tú reinas sobre mis aguas *** Me gusta sentirte sobre mí puente derrumbado Mi cauce te acogerá y pulirá tus piedras *** De cara a la muerte mi padre evoca su pasado – su corazón se abre como un viejo armario que cruje Repentinamente nos ahogamos bajo una capa de polvo espeso *** Mi madre está muerta – La conservo como las lágrimas Que no puedo verter |
enrique pezoa vega
15 julio, 2010 @ 3:10
Hola Rodrigo, se agradece la selección de poemas de Anise Koltz. simplemente bellos. sobretodo dos de éstos que en lo particular me encantarón , el segundo y el sexto , pensandolo mejor el último de todas maneras. siendo en lo general todos hermosos. hay imagenes cómo la puerta abierta. la nada y el comienzo covertido en camino, y las lagrimas que no se pueden verter. gracias por tan bella selección. un abrazo de un poeta de Chile, Enrique Pezoa Vega.
Evelio Miñano Martín
19 diciembre, 2010 @ 19:57
Estimado Sr., celebro que muestre este interés por Anise Koltz. Comparto muchas de sus afirmaciones. Le quería comentar que además de traducir dos poemarios de Anise Koltz he escrito dos estudios en francés sobre su obra:
«Le silence dans la poésie d’Anise Koltz”, Quaderns de Filologia, Estudis literaris, VII, 2006, pp. 131-147.
-“Anise Koltz : poète aux prises avec les mots”, Congreso Violencias : visiones femeninas en las artes visuales y la literatura, Universitat de València, mayo 2009. (en prensa)
Dispongo de los archivos de ambos, que están a su disposición si los pide. Y también el libro de la traducción si es que no lo tiene y me facilita su dirección.
Es un placer para mí compartir la lectura de esta gran autora.
Un cordial saludo desde el Mediterráneo,
Evelio Miñano Martínez,
Universitat de València (España)
Orión de Panthoseas/Antonio Justel Rodriguez
27 diciembre, 2016 @ 20:30
… en verdad muy interesante e inteligente. Felicitaciones para Anise. Orión
María Isabel García - Mayorca
29 agosto, 2018 @ 18:08
Siento que estoy en los poemas de Anise y lo celebro.