El libro Délie, object de plus haulte vertu , publicado por primera vez en 1544, es considerado la primera colección de poesía petrarquista en francés. Sin embargo, los 449 dizains (poemas de diez versos de diez sílabas cada uno) en los que consiste contrastan en muchos sentidos con la poética del Canzoniere de Petrarca: en vez de proponer un ordenado relato de enamoramiento impulsivo al que sucede el arrepentimiento y la conversión, el libro de Scève presenta la voz de un amante que afirma la fuerza de su amor en un perpetuo ciclo de esperanza y desasosiego; en vez de seguir el ejemplo dantesco y consumar el amor imposible con la muerte de la amada, el ciclo se cierra con un desafío a la muerte, que no podrá con la “virtud” del amor que une al poeta y su musa; finalmente, en contraste con la multitud de géneros que explora Petrarca (sonetos, sextinas, madrigales, baladas), Scève se limita a insistir en su formato cuadrado (10×10), interrumpido cada nueve poemas por un emblema que el primer poema de la serie siguiente comenta. Los dizains, que funcionan como una especie de soneto comprimido, concentrado (como quería Pound: Dichten=condensare), obligan a una concisión extrema que a menudo dificulta la lectura, y por cierto la traducción. Los textos que elegí no son necesariamente los más representativos, ni los mejores, sino sólo los que, al leerlos, se me fueron traduciendo, pidiéndome hallarles un equivalente en español: es muy difícil imitar el verso francés de diez sílabas en nuestro idioma, así que en general opté por el endecasílabo, y renuncie casi siempre a reproducir la rima. Queda pendiente la tarea de más y mejores versiones. El texto está tomado de la edición más reciente, de Gérard Defaux (Genève: Droz, 2004). Consulté también las notas de la edición de McFarlane, y a menudo la traducción al inglés de Richard Sieburth ( Emblems of Desire Philadelphia: U of Pennsylvania Press, 2003) me sirvió de criba para elucidar algunos pasajes difíciles.
Agosto de 2006
XVIII Qui se delecte à bien narrer histoires Perpetuant des haultz Princes les gestes : Qui se triumphe en superbes victoyres, Ou s’enaigrist aux Satyres molestes : Qui chante aussi ses amours manifestes, Ou se complaict à plaisement descrire Farces, et Jeux esmouvantz Gentz à rire. Mays moy : je n’ay d’escrire aultre soucy, Fors que de toy, et si ne sçay que dire, Sinon crier mercy, mercy, mercy. |
18Hay quien disfruta contando un relato Que perpetúe principesca gesta: Quien de soberbias victorias se jacta, O con molestas sátiras se amarga: O bien quien canta amores evidentes, O se complace describiendo amables Farsas, y Juegos para hacer reír. Pero no yo, escribir no me interesa Si no es de ti, y no sé que decir Sino pedir piedad, piedad, piedad. |
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LXXIX L’Aulbe estaingnoit Estoilles à foison, Tirant le jour des regions infimes, Quand Apollo montant sur l’Orison Des montz cornuz doroit les haultes cymes. Lors du profond des tenebreux Abysmes, Où mon penser par ses fascheux ennuyz Me fait souvent perçer les longues nuictz, Je revoquay à moy l’ame ravie : Qui, dessechant mes larmoyantz conduictz, Me feit cler voir le Soleil de ma vie. |
79El alba iba apagando las estrellas sacaba el día de bajas regiones, Apolo entonces montó al horizonte dorando cimas de cornudos montes. Desde el abismo profundo y oscuro donde mi pensamiento se extravía frecuentemente durante la noche hice volver a mí el alma perdida que, de mis ojos el llanto secando, me hizo ver claro el sol de mi vida. |
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CCCLXIII Estant ainsi vefve de sa presence, Je l’ay si vive en mon intention, Que je la voy toute telle en absence, Qu’elle est au lieu de sa detention. Par divers acte, et mainte invention Je la contemple en pensée rassise. Cy elle alloit, là elle estoit assise : Icy tremblant luy feis mes doleances : En ceste part une sienne devise Me reverdit mes mortes esperances. |
363Aunque estoy viudo así de su presencia, En mi intención la poseo tan viva Que, aunque ausente, la veo tan clara En el lugar donde está detenida. Por medio de actos varios e invenciones Yo la contemplo asentada en mi mente. Allá solía ir, allí solía Sentarse, aquí me quejé de mis males: En este sitio algo que ella me dijo Hizo reverdecer mis esperanzas. |
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CCCLXXII Tu m’es le Cedre encontre le venin De ce serpent en moy continuel, Comme ton œil cruellement benin Me vivifie au feu perpetuel, Alors qu’Amour par effect mutuel T’ouvre la bouche, et en tire à voix plaine Celle doulceur celestement humaine, Qui m’est souvent peu moins, que rigoureuse, Dont spire (ô Dieux) trop plus suave alaine, Que n’est Zephire en l’Arabie heureuse. |
372Tú eres antídoto contra el veneno De esta serpiente en mí ininterrumpida Como tu Ojo cruelmente benigno Me vivifica en el fuego perpetuo, En tanto que el Amor, por mutuo efecto, Te abre la boca, y saca a viva voz La suavidad celestialmente humana, Que suele serme más bien rigurosa, Aliento -¡oh Dioses!- para mí más dulce Que el Céfiro en la tan dichosa Arabia. |
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CCCCVIII Quand Mort aura, apres long endurer, De ma triste ame estendu le corps vuyde, Je ne veulz point pour en Siecles durer, Un Mausolée ou une piramide : Mais bien me soit, Dame, pour tumbe humide, (Si digne en suis) ton sein delicieux. Car si vivant sur Terre, et soubz les Cieulx, Tu m’as tousjours esté guerre implacable, Apres la mort en ce lieu precieux Tu me seras, du moins, paix amyable. |
408Cuando la Muerte, tras tanto durar, De mi alma triste haga un cuerpo vacío No quiero largos Siglos perdurar, pirámide ni Mausoleo frío. Prefiero húmeda tumba, amor mío si lo merezco, tener en tu seno. Pues si al vivir en tierra, bajo el cielo Me has sido siempre una guerra implacable, Ese lugar precioso, una vez muerto, Me será al menos una paz amable. |
XVIII Qui se delecte à bien narrer histoires Perpetuant des haultz Princes les gestes : Qui se triumphe en superbes victoyres, Ou s’enaigrist aux Satyres molestes : Qui chante aussi ses amours manifestes, Ou se complaict à plaisement descrire Farces, et Jeux esmouvantz Gentz à rire. Mays moy : je n’ay d’escrire aultre soucy, Fors que de toy, et si ne sçay que dire, Sinon crier mercy, mercy, mercy. |
18Hay quien disfruta contando un relato Que perpetúe principesca gesta: Quien de soberbias victorias se jacta, O con molestas sátiras se amarga: O bien quien canta amores evidentes, O se complace describiendo amables Farsas, y Juegos para hacer reír. Pero no yo, escribir no me interesa Si no es de ti, y no sé que decir Sino pedir piedad, piedad, piedad. |
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LXXIX L’Aulbe estaingnoit Estoilles à foison, Tirant le jour des regions infimes, Quand Apollo montant sur l’Orison Des montz cornuz doroit les haultes cymes. Lors du profond des tenebreux Abysmes, Où mon penser par ses fascheux ennuyz Me fait souvent perçer les longues nuictz, Je revoquay à moy l’ame ravie : Qui, dessechant mes larmoyantz conduictz, Me feit cler voir le Soleil de ma vie. |
79El alba iba apagando las estrellas sacaba el día de bajas regiones, Apolo entonces montó al horizonte dorando cimas de cornudos montes. Desde el abismo profundo y oscuro donde mi pensamiento se extravía frecuentemente durante la noche hice volver a mí el alma perdida que, de mis ojos el llanto secando, me hizo ver claro el sol de mi vida. |
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CCCLXIII Estant ainsi vefve de sa presence, Je l’ay si vive en mon intention, Que je la voy toute telle en absence, Qu’elle est au lieu de sa detention. Par divers acte, et mainte invention Je la contemple en pensée rassise. Cy elle alloit, là elle estoit assise : Icy tremblant luy feis mes doleances :
En ceste part une sienne devise |
363Aunque estoy viudo así de su presencia, En mi intención la poseo tan viva Que, aunque ausente, la veo tan clara En el lugar donde está detenida. Por medio de actos varios e invenciones Yo la contemplo asentada en mi mente. Allá solía ir, allí solía Sentarse, aquí me quejé de mis males: En este sitio algo que ella me dijo Hizo reverdecer mis esperanzas. |
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CCCLXXII Tu m’es le Cedre encontre le venin De ce serpent en moy continuel, Comme ton œil cruellement benin Me vivifie au feu perpetuel, Alors qu’Amour par effect mutuel T’ouvre la bouche, et en tire à voix plaine Celle doulceur celestement humaine, Qui m’est souvent peu moins, que rigoureuse, Dont spire (ô Dieux) trop plus suave alaine, Que n’est Zephire en l’Arabie heureuse. |
372Tú eres antídoto contra el veneno De esta serpiente en mí ininterrumpida Como tu Ojo cruelmente benigno Me vivifica en el fuego perpetuo, En tanto que el Amor, por mutuo efecto, Te abre la boca, y saca a viva voz La suavidad celestialmente humana, Que suele serme más bien rigurosa, Aliento -¡oh Dioses!- para mí más dulce Que el Céfiro en la tan dichosa Arabia. |
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CCCCVIII Quand Mort aura, apres long endurer, De ma triste ame estendu le corps vuyde, Je ne veulz point pour en Siecles durer, Un Mausolée ou une piramide : Mais bien me soit, Dame, pour tumbe humide, (Si digne en suis) ton sein delicieux. Car si vivant sur Terre, et soubz les Cieulx, Tu m’as tousjours esté guerre implacable, Apres la mort en ce lieu precieux Tu me seras, du moins, paix amyable. |
408Cuando la Muerte, tras tanto durar, De mi alma triste haga un cuerpo vacío No quiero largos Siglos perdurar, pirámide ni Mausoleo frío. Prefiero húmeda tumba, amor mío si lo merezco, tener en tu seno. Pues si al vivir en tierra, bajo el cielo Me has sido siempre una guerra implacable, Ese lugar precioso, una vez muerto, Me será al menos una paz amable. |