El mundo entero como habitat. Un mundo asimétrico, bulboso, torcido, acorde a las personas que lo habitan y a las formas de las culturas que se movilizan en el curso del tiempo y entre los diversos territorios. Al igual que un organismo vivo, imaginar un mundo con todas esas desproporciones que son contrarias a los órdenes geopolíticos y a las fronteras ideológicas de la guerra fría. Un colectivo de personas anónimas que unen sus voces en un solo canto y expresan su diversidad. La imaginación de un mundo de envergadura planetaria, donde sería posible la vida-en-común y la interacción en un diálogo de paz.
Con la ilusión de atravesar las barreras geográficas y lingüísticas, impulsaron sus proyectos poéticos los artistas y editores Gonzalo Millán (1947-2006) y Guillermo Deisler (1940-1995), ambos autores chilenos que se vieron forzados a salir al exilio luego del golpe militar de Pinochet. Como “huéspedes mal educados” en la casa de la poesía, nos invitan a pensar una literatura que expande los límites de sus formas tradicionales y agrieta la rigidez de los alfabetos. Pues Millán con su ‘poesía plástica‘ y Deisler con sus ‘poemas visivos‘, experimentan de modo incansable con textos e imágenes que se superponen en una fórmula híbrida, con la proyección de romper la distancia con Chile y abrir la comunicación artística a una comunidad internacional.
Anteriormente he tenido acceso a las cientos de fichas que conforman el Archivo Zonaglo de Gonzalo Millán en Santiago; unos años después al archivo de Guillermo Deisler que arriba a Chile desde Alemania en 2010. Ambas experiencias me llevaron a repensar los alcances de lo poético y, contrariamente a como estimaría un Nicanor Parra –escribir tal como hablamos–, estos testimonios gráficos son la evidencia de una poesía que no emerge por inspiración, sino al contrario, de una poesía que se construye, y como tal, se mantendría en un proceso siempre inacabado. De tal modo, cada poema vendría a ser el andamiaje de una idea en curso, que luego sería posible de constatar en otro documento, otro soporte, otra textualidad, conformando diagramas.
Aquello hace que estos proyectos nos adviertan sobre otras formas de pensar lo público en poesía. Si bien se distancian radicalmente de las expresiones que caracterizaron el arte de resistencia durante los ochentas en Chile, con su performatividad de cuerpos e intervenciones directas en calle, estos proyectos utilizan como mecanismo creativo la apropiación de recursos que circulan en los medios impresos masivos que envuelven sus ambientes de residencia. Esto lleva a disponer de un contingente de imágenes y textos que luego de su selección, se operativizan y resignifican en el espacio del poema, para luego volver a ponerlos en circulación por medio de la distribución, ya sea por medio de hojas, fichas, revistas, plaquetas o tarjetas.
Así como Millán cita en una de sus fichas sin consignar el origen de la referencia “…the thoughts of another that we have read are crumbs from another’s table… A. Schopenhauer.”; podríamos pensar cómo los poemas que ellos confeccionaron en la privacidad del taller, implicarían solo un instante en la deriva de estas cientos de imágenes, del mismo modo como opera la fotografía congelando el devenir del tiempo. Las imágenes ahora arriban a nuestro presente en el espacio virtual de esta revista y puestas a disposición pública, continúan su trayectoria de propagación.
Berlín, 5 de abril 2014
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N. del E. Presentamos a continuación algunas obras visuales de Guillermo Deisler, recientemente encontradas en el archivo personal del escritor José Leandro Urbina, y que fueron recibidas en el contexto de su participación en el trabajo de la Editorial Cordillera, en el exilio en Canadá (ver aquí una nota de Jorge Etcheverry sobre esta editorial). Se trata de cuatro postales, rotuladas como pertenecientes a la serie «HABITAT» , y de dos collages (fechados el año 78, uno de ellos con el título «POEMA» en su anverso y el otro con el título»El consumo y su partner» al reverso. Una de las postales está fechada el año 80, las otras carecen de fecha. Dos de ellas están dirigidas a Gonzalo Millán, que participaba en la Editorial Cordillera. De las otras dos, una no tiene texto, la otra contiene el final de una carta cuya primera parte está extraviada. Se trata de fragmentos de un archivo en movimiento, restos de las redes de contacto entre escritores chilenos en el exilio, partes de una obra que permanece viva y fresca y que quisimos rescatar y poner nuevamente en circulación en esta otra red virtual. Agradecemos a la familia de Guillermo Deisler su autorización para difundir estos materiales, que pasarán a formar parte del archivo del escritor, a José Leandro Urbina hacérnoslos llegar y a Francisca García por la nota crítica. El martes 6 de mayo a las 19:30 horas, en la biblioteca del centro cultural GAM, se lanzará un libro de Mariana Deisler, Paulina Varas y Francisca García sobre la obra de este escritor y artista visual. (FP)
Valeria Deisler
26 marzo, 2015 @ 11:35
Buena interpretación, Francisca!
Miguel Steeman
19 mayo, 2017 @ 13:52
Muy interesante, una experiencia poética nueva o mejor distinta a lo conocido; me gustaría conocer otros autores de esta experiencia…
Miguel Steeman
19 mayo, 2017 @ 14:00
Gracias, entiendo que las lecturas poéticas nunca dejan de ser novedosas, placenteras, pero también inquitantes y curiosamente dinámicas. saludos. Miguel