Pedro Lemebel: La ciudad sin ti es un montaje teatral que homenajea al fallecido cronista en su propio lenguaje. Se trata de una obra agradable, sencilla de entender, graciosa, pero muy crítica, como las crónicas elegidas para construir el guión. Las distintas historias que son llevadas a las tablas no conforman un solo relato, pero al igual que los libros del autor, en su conjunto constituyen una mirada crítica de la sociedad. Las distintas crónicas no pierden la oportunidad de ser actualizadas y cobrar un sentido contingente y muy político. No se trata de la nostalgia por la ausencia de Pedro Lemebel, aunque cómo podría no serlo: lo que Claudia Pérez y Rodrigo Muñoz proponen en esta obra es la continuidad de un discurso vivo, imposible de callar.
La primera imagen que vemos en escena tiene a la Frida y la Virgen del Carmen. Pedro Lemebel fue ambas: una Frida envejecida y una virgen travesti, deslenguada. La virgen del Carmen que aparece en escena es una virgen con acento español, arribista, que se burla de las otras vírgenes de medio pelo que son el objeto de culto de los sujetos populares, una virgen que no quiere pisar el piso porque viene de paso por esta tierra. Alrededor de ella hay sujetos despreciables que la visten y la llenan de flores. El culto mariano es un espacio donde se evidencian las desigualdades de clases, las nanas un par de pasos más atrás siguen a sus patronas que predican una moral cristiana al mismo tiempo que personifican el poder del dinero y las desigualdades sociales.
Lindorfo es el protagonista de otra crónica rescatada en esta obra: el lindo joven del pueblo que se ha encamado con todas las mujeres, despertando la envidia de los demás hombres. Lindorfo termina violado una vez que se pasa de copas. El ajuste de cuentas sexual no es más que la representación de la sexualidad como una herramienta de poder, lo que conforma una de las estrategias discursivas de las crónicas de Pedro Lemebel. El acto sexual, consentido o no, es una manifestación de las relaciones de poder del entorno en el que ocurren, en este caso la violación representa un golpe a la hombría de Lindorfo.
Así como en Loco Afán. Crónicas de sidario, donde las muertes se sucedían una tras otra, en una despedida escritural de los personajes con vidas llenas de contrastes, entre pequeños fragmentos de lujo de joyas falsas y las dificultades de la vida propia de los sujetos marginales, asimismo esta obra se constituye como una merecida despedida, en el teatro, como se despide a un artista.
En las crónicas de Pedro Lemebel abundan las canciones superpuestas entre los diálogos. Este es un elemento rescatado en la obra en la voz de Manuel García, lo que además de agradable es un gesto significativo: “Me voy de esta ciudad de donde ya se fueron tantos” se dice en la obra y es así, Pedro Lemebel se ha ido, la ciudad ahora está sin ti, pero queda la escritura, queda la voz que pasa de boca en boca como pasa el amor fugaz del que Pedro escribía, pasa a otro cuerpo, otro que sigue la lucha de la resistencia a un sistema machista y violento, que nunca pudo callar al cronista.
Pedro Lemebel: La ciudad sin ti
Autor: Pedro Lemebel
Dramaturgia y Dirección: Claudia Pérez y Rodrigo Muñoz
Elenco: Claudia Vergara
José Luis “Antofa ” Aguilera
Rodrigo Muñoz
Claudia Pérez
Tema Central Vestidito: Manuel García
Diseño Integral: Laura Gandarillas
Musicalización: Hans Horta
Roberto Gacitúa
FUNCIONES
Matucana 100
28 de agosto al 13 de septiembre, los días jueves, viernes y sábados a las 21:00 Hrs. Domingos a las 20:00 hrs.