Hoy publicamos la presentación que hizo Pablo Fante durante el lanzamiento virtual del libro Repite conmigo (Libros del Pez Espiral, 2020), del músico y escritor Gonzalo Henríquez (González y los Asistentes), junto a Marcela Parra (prologuista) y Marcela Labraña. Escuchar las palabras de uno de sus editores resulta especialmente interesante para entender lo que fue uno de los desafíos principales de esta edición que buscó concebir el libro no como una «antología» de González y los Asistentes, ni tampoco como un cancionero, sino como un objeto que llevara lo musical hacia otra dimensión: la lectura personal y visual.
Este es un libro muy especial para mí como editor y diagramador, porque me comprometí de manera personal con el material. Cuando se trabaja en un libro, el editor a veces esencialmente corrige erratas, propone una lectura general, algunos cambios del texto, y luego coordina todo —edición, corrector de pruebas, portada, imprenta. Pero en otros casos, como ocurrió con este libro, el editor participa activamente del proceso creativo del libro. Le agradezco al autor, Gonzalo Henríquez, por este espacio para que creásemos juntos.
Además, quisiera señalar desde un principio el trabajo de Daniel Madrid, director de Libros del Pez Espiral, quien fabricó una obra visual para la portada que permitió darle un cierre global al libro, haciendo ver desde su materialidad misma la dimensión de poesía visual que propone. Este diseño incluye una intervención física de la cartulina craft a través de una serie de troquelados (o recortes), y en especial una equis que se desplazó a una página precisa de cada ejemplar, con un texto —«escucha y repite»— que el lector puede jugar a poner sobre otra equis delineada en el interior.
Compartiré entonces algunos elementos de cómo armamos el libro: es interesante mostrar este proceso virtuoso de edición que, además, comunica elementos sobre la obra.
En primera instancia, Gonzalo Henríquez recopiló archivos word. Nos comunicó estos archivos en el mismo formato que usa para recitarlos en vivo con su banda de poesía y rock, González y los Asistentes. El proceso de edición consistió primero en transformar esta presentación hecha para una performance musical al formato propio del libro y la lectura personal. El objetivo siempre fue recuperar ese formato original incorporando un enfoque de poesía visual. Así como González y los Asistentes hacen dialogar poesía y música, en este libro la poesía dialoga con lo gráfico: con la imagen que conforman las letras. Se mantiene así la ambivalencia de la obra, una de sus principales características.
Dicho esto, Gonzalo Henríquez tiene una manera muy propia de recitar, que se relaciona con el título del libro: es una poética de la repetición, del balbuceo, en que el pensamiento se busca a sí mismo, se reitera, y en sus errores de formulación revela cosas, evidencia lo que realmente se está pensando, o simplemente las verdades que el lenguaje nos dice a través de las frases cotidianas. El trabajo visual que hicimos busca mantener esa dimensión de repeticiones y vericuetos del habla.
Durante este proceso, en algunos casos tomé iniciativas propias —es decir, participé creativamente—, y en otros fui más bien el ejecutor de las ideas de Gonzalo Henríquez, aplicándolas en InDesign —el programa de diagramación. Durante la cuarentena de 2020, pasamos numerosas mañanas conectados por Zoom visualizando el poemario y ajustando todo tipo de detalles.
A medida que fuimos avanzando, hizo falta otorgarle un orden al conjunto. No quisimos seguir el orden de los discos en ningún caso. Los poemas tenían que encontrar su propio camino juntos. Finalmente, le propuse a Gonzalo asumir desde un inicio la dimensión política de los textos, que emana en parte de una serie de intervenciones a textos legales.
Este reordenamiento de los poemas va desarrollando una narración propia, y se explica porque el libro no fue concebido como una «antología» de González y los Asistentes ni tampoco como un cancionero: ese rol corresponde a los discos de la banda. Repite conmigo parte de los discos y lleva los textos hacia otra dimensión: la lectura personal y visual. Por lo mismo, nos permitimos cambiar algunos elementos de los textos, para que fluyeran de otra forma en el formato de poemario —es decir, en el libro algunos poemas no son iguales que en los discos. Además, no hay que olvidar que Repite conmigo incluye diversos poemas nuevos, que no han sido recitados con música. Por todo esto, el poemario fue concebido con la idea de que Repite conmigo es otro camino: una nueva creación, un nuevo orden, un nuevo significado.